Será el recuerdo bello de tus manos Como un cristal vencido y tembloroso, Tu voz como un bostezo perezoso, Tus ojos como un sol, y más lozanos. Las nieves cubrirán montes y llanos Cuando el invierno llegue, silencioso, Y copie tu cabello luminoso Con tus pinceles suaves y tempranos. Después se deshará, con el deshielo, El fuego que bordó, con alegría, La nieve que hizo blancos los follajes. Será, al llegar el alba, blanco el cielo Y escarcha de la aurora, si es que, fría, Madruga, estrella azul, en sus paisajes.